Comentarios, divagues, desahogos, críticas y demás hierbas sobre la economía, vistas desde Montevideo, Uruguay. Algo también sobre política y sociedad. Just another brick in the wall, just another blog in the web.

jueves, marzo 09, 2006

Delirios argentinos (y no se trata de las “papeleras”)

Y pensar que uno creía que nos habíamos librado de López Murphy con su pasaje a ser full time de la política. Error. De Ricardo sí, pero no de sus sucedáneos. La cantera de economistas de derecha argentina es quizá más inagotable que las de sus jugadores de fútbol. Lo llamativo es que FIEL y la Fundación Mediterránea les dan una impronta que es una rara mezcla de competencia profesional y antiperonismo visceral (gorilismo, dirían los argentinos) que da lugar a algunas pifias notables.

Abel Viglione, economista de FIEL y director de la calificadora de riesgo Evaluadora S.A. fue entrevistado por la “página salmón” de El País (el 27/02/2006), dando varias oportunidades para verificar la norma. Su análisis es en muchos sentidos centrado y ajustado a los hechos, e incluso aporta algunos elementos penetrantes (como en el tema de que la fuente de la aceleración inflacionaria argentina no está en la política monetaria sino en el desajuste entre oferta y demanda agregadas). Y hasta tiene audaces heterodoxias como la de que “el Estado tenga una mayor participación en la actividad económica, lo cual no es bueno ni malo. Entiendo que el Estado debe intervenir donde existan fallas del mercado mediante la introducción de regulaciones, fomentando la competencia e incluso invirtiendo si la rentabilidad social es positiva aun cuando la rentabilidad privada sea negativa”. Pero inevitablemente, trae algunas perlas.

"—¿Qué opina de las declaraciones de la ministra Felicia Micelli con respecto a que los acuerdos de precios son un "puente de plata" hasta que maduren las inversiones y se logre estabilizar definitivamente la relación entre la oferta y la demanda?
—Esa idea es equivocada porque la inversión, que es lo que la ministra quiere atraer, opera en función de la rentabilidad, la confiabilidad, el clima de negocios, la oferta energética, etc. Hoy esas variables no son muy favorables para un eventual inversor en Argentina, ya sea nacional o extranjero. Últimamente las inversiones que se han hecho en este país fueron realizadas por empresas pequeñas y medianas. Reconozco que soy uno de los más sorprendidos del comportamiento de la tasa de inversión, que luego de registrar un mínimo en el año crítico de 2002, cuando representó el 11.9% del PIB, remontó hasta 19.5% en 2005. El problema actual es que la relación entre inversión en maquinaria y equipos y población económicamente activa es menor a la del período 1996-99. A pesar del fuerte crecimiento de la inversión el año pasado, el rubro de maquinaria y equipos representó sólo el 7.5% del PIB en comparación con el 9% registrado en 1998, año en que alcanzó su máximo nivel. Por lo tanto, los acuerdos de precios no son un "puente de plata" hasta que madure la inversión; más aún yo veo a los controles de precios como un puente colgante de sogas sobre un precipicio.
"

Menos mal que dijo que está sorprendido. Si la rentabilidad, confiabilidad, etc. está tan mal ¿qué explicación tiene para el 19,5%? La trascripción de su declaración, tomada al pie de la letra, deja dudas si quiso decir que es porque las PYMEs invirtieron (¿acaso es mala la inversión de las PYMEs?, ¿acaso no se guía por los mismos factores de rentabilidad, confiabilidad, etc.?) o porque la inversión en maquinaria y equipo es la que importa y esta no tuvo el mismo nivel de crecimiento. Si fuera esto último, lo más increíble es que sus mismas palabras ayudan a refutarlo: nos da el dato que el máximo fue 9% en 1998 y que el año pasado fue “tan sólo (¡!) 7,5%”. Creo que no tiene una explicación a su sorpresa. Ergo, tampoco debería ser tan confiado en decir que “esas variables no son muy favorables”, dado que su percepción de ellas parece no haber coincidido con quienes en definitiva deciden invertir o no.

"—¿Cuál es el objetivo de esa política (el sostenimiento del tipo de cambio nominal por la política de intervención del BCRA)?
—Básicamente apunta a proteger a los exportadores y a los productores de sustitutos de importación. El esquema de razonamiento del gobierno es que un tipo de cambio "competitivo" implica rentabilidad, lo que genera mayor producción y ventas, da más ganancias, atrae más inversiones, crea mayor demanda de empleo y, finalmente, aumenta el gasto. Este es el círculo virtuoso de la administración Kirchner. Sin embargo, con un tipo de cambio "competitivo", es decir un tipo de cambio real alto, los salarios en términos de adquisición de bienes son bajos. En realidad, la sociedad se vuelve más pobre."


Fantástico. Descubrió algo así como la piedra filosofal. Si las sociedades se volvieran más pobres mediante la intervención del banco central en el mercado de cambios, cabe inferir que se podrían volver más ricas mediante la misma intervención en sentido inverso, es decir, apreciando la moneda. Si alguien reconoce detrás de esto al famoso tema de Menem y su “1 a 1 = ingresamos al primer mundo”, no está equivocado.

Es cierto que los salarios se vuelven más bajos cuando hay depreciación real de la moneda, pero de ahí a que la sociedad se vuelva más pobre hay un gran salto.

Cuando la derecha se preocupa por los asalariados, uno debe desconfiar.

Lo peor de todo es que la frase final, que posiblemente la haya dicho con la finalidad de buscar el puro impacto y en realidad no la cree, fue llevada al copete de la entrevista.

Entonces, ahí ya no se trata de un problema argentino. Es nuestro.